"Viejo, mi querido viejo
ahora ya caminas lerdo
como perdonando el tiempo
yo soy tu sangre mi viejo yo
soy tu silencio y tu tiempo
yo soy tu sangre mi viejo yo
soy tu silencio y tu tiempo..."
Este trocito de la canción de Piero, me gusta mucho, representa, lo que deben ser los adultos mayores para nosotros, una enseñanza de vida. He visto a muchos en la calle, durmiendo botados, apenas tapados con unos cartones , he visto sus ojos llenos de pena, no de rabia, de tristeza por estar allí, sin que nadie les de un poquito de cariño o un poquito de atención. En lo personal conozco las dos caras de la moneda. Cerca de mi casa hay un supermercado y afuera del mismo viene una señora a pedir monedas, sea invierno o verano ella está allí, hemos conversado y si no pide, no come, sino pide, no tiene un techo. Por el otro lado mi abuela con sus 91 años, esta bien,( mentalmente mejor que yo), tiene todo lo que necesita y nos tiene a nosotros, su familia. Ojala todos los viejos pudieran tener un techo digno, comida y una cama comoda que les sirva para estirar sus cansados huesos y recordar aquellos años, buenos o malos, pero años de vida y de experiencia...
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