Hace un tiempo, me encontré con una niña, que dijo ser ex compañera de liceo (aún trato de acordarme en minuto fue), me saludó de abrazo, en fin muy contenta de verme ( y yo tratando de acordarme quien demonios era...hasta hoy)en fin,conversamos y cuando llevabamos unos buenos minutos hablando de la vida misma, me invitó un café. Tomandonos esa exquisita bebida (reconozco que es mi perdición, aunque mi estomago reclame), me confidenció que estaba soltera, solterita, solterona, así con esas palabras, tenemos la misma edad (40 primaveras) y yo tengo hasta nietos, me pareció bien extraño, más aún cuando me conversaba de la cantidad de pololos que tuvo en el liceo (amnesia y yo no nos acordamos), en la "U" y en la vida misma, convivió, se aburrió, se puso de novia, pateó al pobre tipo a días del matrimonio y así. Cuando le pregunté que pasaba, si tenía miedo al compromiso (era que no), me contestó que nunca se había sentido besada (¿?), quize pensar que era un estado por mi desconocido, pero parece que mi cara expresó otra cosa. Me explico que con tantos hombres en su vida nunca conoció a ese que le hiciera "click", que la hiciera volverse loquita, en fin, ni siquiera al que pateó cerca del registro civil... Y sencillamente prefería ser amante, novia eterna, etc que estar divorciandose al poco tiempo.
Al rato nos despedimos y pensaba que era valiente al reconocer, en este tiempo en donde las mujeres nos morimos por una pareja, que prefería estar sola que mal acompañada, que sentirse jamás besada, que besarse eternamente con nadie...
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