viernes, 8 de abril de 2011

Madre.

Mientras oigo a Hevia, con su hermosa y mágica música (es gaitero, me mata!!!) pienso en que nunca he hablado de mi madre. Bueno mi relación con ella es como de amor y odio, un poco drama chino (no se entiende) y también tiene su buen lado, pasa que mi madrecita no es muy dulce de carácter, prende rápido, y yo soy el polo opuesto, ella es medio mañosita, yo también... Pero si empiezo a recordar bien, bien atrás, veo que siempre, siempre trabajo, nunca ha descansado bien, como se lo merece, primero cuidando a mi abuelo y a mi, luego a mi y mi abuela y ahora cuidando a sus enfermos, a mi, a mi abuela, a mis hijos, a mis nietos, a su manera, claro, pero siempre siempre, preocupada de su familia, de que no falte nada, de que no nos pase nada, de que no nos metamos en líos. Mi relación con ella nunca fue fácil, para ella no fue fácil, ser madre soltera, sobre todo en una época en que aún era casi pecado, y para variar sola, sin el que siempre fue y ha sido su único y gran amor...mi padre. Pero aún así salió adelante, si bien yo le recordaba y le recuerdo lo mal que lo paso hizo grandes sacrificios por mí, sus sueños, sus anhelos, todo eso quedó de lado por mí. Lo mínimo que puedo hacer por ella es estar a su lado, apoyarla, ayudarla, cuidarla y adorarla, con su carácter (los volcanes parecen cerro a su lado), pero aún así,son pocas las mujeres como mi madre que no le hacen asco a nada y de donde sea y como sea siempre, siempre tienen algo para los demás. Madre te adoro, gracias por tanto amor...gruñoncita.

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