miércoles, 25 de abril de 2012

Felipe Cruzat, un mini franciscano para Chile.

Reconozco que a veces leo libros, por pura curiosidad, pero este en particular, me dejó marcando ocupado... Era sobre Felipe Cruzat, el niño que murió esperando un trasplante de corazón. Todos fuimos testigos de cuanto se hizo por mantenerlo vivo, cuanto se pidió un donante, pero el libro habla más allá de eso,habla de todo lo que su familia vivió, en especial su padre, que por cierto es quien escribe el libro. Al empezar, uno cree leer a un padre que quedó mentalmente dañado y que me perdone, es la primera impresión,pero al paso de las hojas, se entiende que Felipe no pasó por este vía crucis por que si, detrás de todo había un mensaje en especial a los adultos, quienes de alguna manera hemos perdido la Fe. ¿De quien es la culpa?, quizás de la Iglesia quizás de nosotros mismos, por perder la simpleza, la misma que nos permitía vivir y ser felices. Ahora entre tanta tecnología, que debería darnos cierta comodidad y felicidad, no sucede, mientras más tenemos menos felices somos. Corremos todo el día, vivimos pensando en el dinero, vivimos pensando en el que dirán, el colegio, en fin muchas cosas ¿y cuando tenemos tiempo para Dios?, ¿para nosotros mismos?,para disfrutar de las energías, nunca ya no hay tiempo. Felipe, en su enfermedad, en su vía crucis, quizás en su agonía, disfruto. Irónico,pero disfruto, de la palabra de Dios, del amor de sus padres, de quienes le enviaban buenas vibras,de quienes pedían una misa, una oración, disfruto de ese amor de esa fuerza mágica y poderosa, y de seguro fue feliz y es feliz.Su mensaje es claro y preciso,volvernos a la magia, esa magia poderosa que es Dios, Jesús para algunos, Jehova para otros, una energía, una luz, lo que sea, pero volvernos a El, creer no perder la Fe,la misma que debemos tener en el diario vivir. Felipe, nos dejó una gran lección, un mensaje, una tarea, un trabajo que debemos hacer...

viernes, 6 de abril de 2012

Chocolates.

En estos días me he dedicado a recorrer las confiterías y supermercados en busca de los mentados huevitos de chocolates. Este año algo pasó, o el sindicato de conejos se tiró a huelga o las gallinas tienen el derecho de propiedad intelectual con los huevos, pero por Dios que estan caros!!.
En mis tiempos (no saquen cuentas)era una bolsita con 10 huevitos y algún conejo chocolatoso y ya. Ahora los críos si no reciben una cantidad sobre los 10, al rato van de cazería tras el pobre animal, minimo lo tratan de avaro (claro que con alguna palabrota de compañía), es más ahora los pendex exigen ciertas marcas...Cosa que los fabricantes de dicho dulce, aplauden y apoyan, y cada año los hacen más llamativos, antes eran de papeles de colores y ya, ahora la Barbie,los monos japoneses, los back yardigan y cuanto mono de TV, tienen sus huevos (de chocolate, en eso estamos) y los niños, que de inocentes no tienen nada, empiezan a pedir, perdón a exigir. Incluso en los colegios, las notas dicen "favor enviar una bolsita de huevitos, de marca tal o cual", y uno obediente va y la compra, el problema es que dicha bolsita cuesta sobre la luca.
En mi caso que tengo 4 hijos y dos nietos ( la mayor será mamá,pero no tonta), necesito al menos hacer convenio con el conejo, solo que al parecer el sindicato no lo acepta y el pobre papá, pagó lo que se debe pagar.
a partir del próximo año, trataré de que no lleguen tantos huevos, quizás mezclarlos con caramelos, no sea tan mala idea y si mis crios preguntan, la idea de que el conejo está en quiebra pasará por mi cabeza...
Además se perdió el sentido de la Semana Santa, pero este tema es para el próximo copucheo.