Hoy recibí un artículo de la revista Que Pasa, allí habla del conflicto de Aysen y la pena que aún guarda esa ciudad con el Estado, y cuando digo Estado no me refiero a un gobierno X.Entre todo lo que dice, recuerda el tsunami del año 2007, tsunami que mató a 11 personas, de las cuales solo 5 pudieron ser sepultados, de los demás nunca más se supo, y obviamente el gobierno de ese entonces no se movió como ahora con el caso de Juan Fernandez (guardando las proporciones respectivas), además llevaban días negando la posibilidad de un terremoto (menos un tsunami), la misma ONEMI, decía que los temblores que se sentían no eran nada extraordinario...pero como estamos en Chile, pasó lo que tenía que pasar, terremoto, tsunami y 11 vidas truncadas.Lo peor es que en vez de agachar moños y dar las ayudas respectivas, se hicieron los locos, no escucharon el clamor doliente de aquellos que aún no tenian a sus familiares, no ayudaron a Aysen y allí está dolida, enferma en sus entrañas, esperando que algún gobierno se "apiade" y lleve lo que necesitan.
Si leemos las peticiones, son cosas tan necesarias, son prioridades para cualquier ser humano,un colegio, un hospital, mejoras en infraestructuras, en fin piden mejorar su calidad de vida, y eso no es nada extraordinario es lo que cualquier estado, cualquier gobierno debe procurar a su país, a sus ciudades, hasta el más pequeño y humilde villorrio.
Reconozco que a este gobierno no le ha sido fácil, asumieron con un post-terremoto, y sus consecuencias, con personas que en vez de ayudar,hacen pataletas por si o por no, protestas con exigencias inmediatas, so pena de seguir paralizados, sin importar las consecuencias de aquello, un sinfin de cosas que no estaban en los planes de nadie.Pero aún así el Estado, insisto Estado, no gobierno de perico o borrico, esta al debe con Aysen y bien, estan al debe con aquellas familias que nunca recuperaron a sus seres queridos, con aquellos ayseninos que quieren vivir bien y porque no mejor, el Estado debe sacarse las manos del bolsillo y dar lo que piden, lo merecen, lo necesitan.
En cuanto a lo primero, entre los fallecidos hay dos personas con las cuales estoy emparentada. Melissa y Ricardo,padre e hija que nunca volvieron con nosotros, con certeza estan en un mundo mejor, pero quienes quedamos necesitamos una explicación, necesitamos un algo, para estar tranquilos,para llevar una flor,para cerrar el duelo, en especial Anita, que ha sido una mujer llena de fuerza, llena de cordura,llena de luz, no es fácil vivir con el duelo de la hija que no está, del marido que no está, para ella, y sus hijos Daniel y Karen, mi cariño.